Pipí, Pupú y Rosmarina esperan encontrar a Mapá al otro lado del Océano, por lo que deciden pedir a la Luna que los acompañe hasta la otra orilla. La Luna acepta, pero les dice que no podrá llevarlos hasta allá en una sola noche porque está demasiado lejos, así que sugiere dejarlos en una isla en medio del océano, antes del amanecer para que luego continuen su viaje con el Sol.
Y así, felices y satisfechos, aceptan la amable oferta de la Luna y se quedan en una islita que resulta ser el lomo de un tiburón. Al principio, el tiburón quiere comérselos, pero luego, al enterarse del propósito de su viaje, decide ayudarlos y los lleva por el profundo mar azul.
En el fondo del mar, Pipí, Pupú y Rosmarina descubren un mundo maravilloso que no sabían que existía y, al final del paseo, agradecen de corazón al gran pez el regalo que les ha hecho, y continúan su viaje hacia el otro continente, acompañados por el Sol.
Pipí, Pupú y Rosmarina esperan encontrar a Mapá al otro lado del Océano, por lo que deciden pedir a la Luna que los acompañe hasta la otra orilla. La Luna acepta, pero les dice que no podrá llevarlos hasta allá en una sola noche porque está demasiado lejos, así que sugiere dejarlos en una isla en medio del océano, antes del amanecer para que luego continuen su viaje con el Sol.
Y así, felices y satisfechos, aceptan la amable oferta de la Luna y se quedan en una islita que resulta ser el lomo de un tiburón. Al principio, el tiburón quiere comérselos, pero luego, al enterarse del propósito de su viaje, decide ayudarlos y los lleva por el profundo mar azul.
En el fondo del mar, Pipí, Pupú y Rosmarina descubren un mundo maravilloso que no sabían que existía y, al final del paseo, agradecen de corazón al gran pez el regalo que les ha hecho, y continúan su viaje hacia el otro continente, acompañados por el Sol.